jueves, 2 de junio de 2011

El Monstruo: Arder, caer

El Monstruo
Benvolio
¿Por qué el amor será tan dulce
en apariencia
y, si se le prueba, tan amargo y cruel?
Romeo y Julieta
William Shakeaspeare

Si no os hubiera mirado,
no penara.
Pero tampoco os mirara.
Veros harto mal ha sido,
mas no veros peor fuera,
no quedara tan perdido,
pero mucho más perdiera.
Juan Boscán


Toda lágrima enseña a los
mortales una verdad.
Ugo Fascola


No hay placer que no tenga
por límite el dolor; que con ser
el día la cosa más hermosa
y agradable tiene por fin la noche.
Lope de Vega

Arder, caer
Como lluvia furiosa.
Como lluvia furiosa,
así vino él.
Como arder,
como morir, 
así llegó él. 
Inesperado, desarmado;
desarmando, sorprendiendo.
Como el cuervo de negras plumas,
aciago.
Como un cuervo, 
así alcanzó mi vida.
Como un rayo,
como un trueno, 
así me alcanzó.
Sin dulzura.
En sus manos, 
barro blando.
Entre sus brazos,
mi cuerpo moldeado al suyo.
En sus dedos, 
guedeja de lana;
me ató, me anudó.
Sin compasión.
Mi hermano,
mi amado,
así le llamé.
Esposo mío.
Sin tregua.
Con manos crueles
me cogió
y apretó,
apretó.
Amado mío, 
compañero mío.
Sin piedad.
Como luz que ciega,
así se acercó él.
Como granizo en primavera
lo vi llegar a mis campos.
Como fuego que acaba,
como fuego, a mi hogar.
Como caer,
como ahogarte, 
así se me acercó.
No hubo paz.
La puerta abierta
de par en par.

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